El Diputado Ceroni en la sesión del 10 de septiembre del 2015 interviene en sala para hacer frente a las expresiones emanadas del Diputado Ignacio Urrutia frente al proyecto de ley que se discutía ese día en la sala. Los invitamos a ver el Video y leer toda la declaración.
El proyecto de ley, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, con urgencia calificada de “simple”, que otorga un aporte único, de carácter reparatorio, a las víctimas de prisión política y tortura reconocidas por el Estado de Chile.
Se trata de un proyecto que aborda uno de los temas relevantes de la historia de nuestro país: los problemas suscitados como consecuencia de la violación a los derechos humanos ocurrida en su oportunidad.
En virtud de su artículo primero, la iniciativa otorga un aporte único, en carácter de repa¬ración parcial, de un millón de pesos, para los titulares individualizados en la nómina de per¬sonas reconocidas como víctimas del informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, y para los titulares incluidos en la nómina de víctimas de prisión política y tortura elaborada por la Comisión Asesora para la Calificación de Detenidos Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión Política y Tortura, conforme a las leyes N° 19.992 y N° 20.405, respectivamente.
Declaración Diputado Ignacio Urrutia
Señor Presidente, este proyecto de ley señala algo que no es efectivo: habla de un “aporte único”; pero yo, que tengo un poco de memoria, pue¬do decir que no es el único aporte que se ha hecho en este ámbito, y que en realidad se han hecho varios, de distinta naturaleza. Incluso he concurrido con mi voto a aprobar algunos de ellos en el pasado, porque los consideré justos.
Pero considero que este aporte es sumamente injusto, primero, porque no es un aporte único, pues ya ha habido otros. En consecuencia, creo necesario cambiarle el nombre. La alternativa podría ser “bono”, porque le encantan a la Presidenta Bachelet, aunque, de ver-dad, ese término ya está bastante trillado.
Por lo tanto, lo voy a llamar “aguinaldo”, “aguinaldo de Fiestas Patrias”, dado que esta-mos a las puertas de esa celebración.
Como digo, voy a hablar de “aguinaldo”. Este aguinaldo lo recibirá mucha gente que lo merece; pero también, lamentablemente, mucha gente que no lo merece, como terroristas,
asesinos y delincuentes a los que ayer, en un programa de televisión, llamaron “combatien-tes”. ¡Es increíble cómo tratan de torcerle la nariz a la historia!
Además, lo van a recibir algunos parlamentarios, diputados y senadores. También son parte, porque están en el informe Valech. Espero que por lo menos los parlamentarios que recibirán este aguinaldo se abstengan hoy de votar el proyecto.
Pero eso no es todo: este aguinaldo viene con yapa, dado que en realidad será por diez mi¬llones de pesos. Ese fue el acuerdo al que llegaron con los huelguistas. Un millón de pesos lo tiran ahora y los otros nueve millones los tirarán más adelante.
¿Por qué no tiraron los 10 millones altiro? Porque estamos en recesión económica, porque la Presidenta marca 20 puntos; en fin, por una serie de razones. Pero el aguinaldo de nueve millones viene atrasito. Partimos con un millón de aguinaldo de Fiestas Patrias y los nueve millones de pesos vienen de atrasito. Total: 10 millones de pesos.
¡Fantástico, maravilloso el aguinaldo! Pero les quiero contar que los adultos mayores de nuestro país recibieron un aguinaldo de 17.000 pesos. ¡Repito: 17.000 pesos! Aquí hay gente que va a recibir aguinaldo de un millón ahora y otro de nueve millones en un ratito más. Así de sencillo. Eso incluye a algunos parlamentarios, que también van a recibir ahora este boni¬to tan encachado de un millón de pesos.
No estoy de acuerdo con eso. ¿Por qué? Porque con las reparaciones que yo mismo he concurrido a aprobar, en leyes anteriores, con justicia -porque creo sinceramente en ello-, se ha cubierto suficientemente este asunto.
Pero si mañana sigue habiendo otras huelgas de hambre, habrá otra negociación; más y más plata. Total, como lo han hecho tan mal durante este tiempo, este año y medio con la Presidenta Bachelet, “saquémosle platita al Estado, saquémosle lechecita a la vaca, porque lo más probable es que no sigamos siendo gobierno.”. Entonces, hay que sacar el máximo posi¬ble. Aprovechemos ahora que somos gobierno para sacar el máximo posible.
¿Quiénes recibirán finalmente el beneficio? Mucha gente que sí se lo merece; pero tam-bién muchas personas que, como dije, se declaran combatientes, que se declaran cualquier cosa, como si fueran grandes patriotas, cuando los verdaderos patriotas no recibirán esto; son los que están en Punta Peuco. Los verdaderos patriotas, los que salvaron a Chile de la dicta¬dura marxista están ahí, en Punta Peuco, mal condenados la gran mayoría de ellos, lamenta¬blemente.
Ellos no reciben, pero son los que debieran recibir. A las puertas de un día glorioso como el de mañana, 11 de septiembre, ellos precisamente son los que deberían ser homenajeados: los patriotas de Chile, los que están en Punta Peuco, los que salvaron a Chile. Deberían ser ellos y no los terroristas, asesinos y delincuentes los que recibieran este aguinaldo de Fiestas Patrias.
Declaracion Diputado Ceroni
Señor Presidente, quería intervenir en este debate con un ánimo dis¬tinto, para que pudiéramos, a raíz de esto, reencontrarnos cada vez más, que es lo que uno quiere para nuestro país. Pero después de haber escuchado la intervención del diputado Igna¬cio Urrutia, ¡por Dios que asaltan dudas respecto de ese reencuentro que queremos tanto!
Recordar ese oscuro capítulo de la historia de nuestro país es doloroso, pero necesario. Hacerlo una y otra vez es la única forma para que las generaciones futuras no vuelvan a aceptar hechos tan dolorosos como los que se vieron durante la dictadura.
La verdad es lo único que permite construir una sociedad solidaria, de hermanos, que ten¬ga clara conciencia de que estas brutalidades jamás se deben volver a cometer.
Recordar esos hechos permite saber que, no obstante las crisis por las que pueda pasar nuestra sociedad, debemos buscar siempre una solución por la vía democrática; que jamás se deberá permitir un nuevo golpe de Estado, y menos una dictadura que cause tanto daño.
Esa es la verdad. Lamentablemente, las brutales palabras del diputado Ignacio Urrutia, de mi distrito, hacen ver que muchas de las personas no quieren realmente reconocer lo que ocurrió en nuestro país, lo que impide que nos podamos reencontrar con algunos sectores -no digo todos-, felizmente minoritarios.
El hecho de que se diga que esto es un aguinaldo es una afrenta para los que sufrieron tan¬to, porque un aguinaldo es un regalo, pero esta es una pequeña reparación para quienes su¬frieron prisión y tortura.
Uno vivió en carne propia y fue testigo de ese capítulo de nuestra historia. Uno supo que fueron torturados compañeros de estudio y de trabajo. Uno sabe que fueron detenidos, lleva¬dos a prisión y torturados. Por lo tanto, esta reparación es un gesto mínimo del Estado.
Tengo que referirme al diputado Ignacio Urrutia por lo que ha dicho acá, y lamento decir¬lo. Él fue testigo de las brutalidades que ocurrieron en Colonia Dignidad. Como abogado, me tocó, junto con Máximo Pacheco y Sergio Corvalán, buscar esa verdad en 1987, en plena dictadura. El mencionado diputado decía en ese entonces que éramos unos comunistas que mentíamos respecto de Colonia Dignidad, en circunstancias de que allí se cometieron atrocidades y fueron detenidas tantas personas. Uno fue testigo de esas brutalidades.
Al respecto, debo relatar un caso que se me vino inmediatamente a la memoria. Es el de una profesora militante del MAPU, quien, en esa época, estaba haciendo clases en el liceo Barros Borgoño. Repentinamente, entró la policía con armas para detenerla, sin razón ni antecedente alguno; solo era militante del MAPU. La llevaron detenida. No sabemos qué más pasó después. Seguramente, ella no quiere que diga esto, pero debo hacerlo. Luego de estar muchos días en prisión, se enfrentó a uno de sus alumnos, el cual le dijo llorando: “Profeso-
ra, perdone, pero fui torturado, y por eso dije su nombre como si hubiera estado involucrada en algún hecho para detenerla.”.
Esa profesora es mi hermana, y le hizo clases a muchos de los que han estado aquí, como a Patricio Walker, quien tiene tantos buenos recuerdos de ella.
Entonces, quienes hablamos de reparación, somos testigos de ese brutal capítulo de la historia de Chile.
El diputado Ignacio Urrutia debería disculparse ante todo el país por lo que ha dicho. Aquí quedará inscrito como un hombre indigno de nuestro país.
He dicho. –